Cinco cabezas pensantes para la temporada
Cómo trabaja el equipo de entrenadores del Union
Quien actualmente observa el entrenamiento del equipo profesional masculino del 1. FC Union Berlin, se da cuenta rápidamente: En la línea lateral no solo está el entrenador principal Steffen Baumgart. Cuatro entrenadores asistentes acompañan el trabajo diario - con diferentes tareas, caracteres y competencias, pero con un objetivo común: desarrollar al equipo. Danilo de Souza, Kevin McKenna, Sebastian Bönig y Adrian Wittmann forman la columna vertebral del cuerpo técnico.
Entrenamiento con estructura y energía
En el día a día del trabajo sobre el césped, hay tres nombres que destacan: Danilo de Souza, Kevin McKenna y Sebastian Bönig. Junto al técnico Steffen Baumgart, son quienes organizan las sesiones, definen las tareas y dan forma a los ejercicios. Además, aportan ideas propias para que el entrenamiento mantenga ritmo e intensidad.
De Souza reconoce que su punto fuerte es la capacidad de anticipación: "Intento detectar las cosas antes de que sucedan", explica. McKenna, por su parte, pone el acento en la intensidad: "Quiero que los chicos lo den todo en cada sesión", dice el excentral, siempre directo, apasionado y motivador. De Souza actúa como contrapunto: más calmado, más reflexivo. "Cuando todos son ruidosos, el ruido deja de importar", resume.
Bönig, además de dirigir sus propios ejercicios, se especializa en situaciones de balón parado: saques de esquina, lanzamientos de banda o detalles técnicos dentro de las tareas colectivas. En las jugadas de estrategia, tanto él como McKenna suelen estar en el centro de la acción, implicándose de forma activa. Veterano del Union, Bönig conoce el club como pocos y aporta valor tanto profesional como humano al trabajo diario.
El rompecabezas detrás del campo
No todos los asistentes están siempre sobre el césped. Mientras Bönig, De Souza y McKenna trabajan a diario con el grupo, Adrian Wittmann desempeña un papel más discreto pero igualmente crucial: el análisis. Desde hace más de una década, se encarga de estudiar a los rivales, preparar informes y diseñar contenidos de entrenamiento junto a Tobias Droessler. Su labor, basada en datos y estrategia, es una pieza esencial del engranaje del cuerpo técnico.
No uno para todo, sino todos para uno
El éxito de un buen cuerpo técnico no está en que todos trabajen igual, sino en que se complementen. Diferentes perfiles y enfoques permiten atender a cada jugador de forma individual, ya sea en el aspecto táctico, emocional o metodológico. Para ello son clave las responsabilidades claras, la confianza mutua y el espacio para proponer ideas.
“Steffen es ideal porque confía en nosotros y nos da libertad para aportar nuestra visión”, afirma De Souza.
Esa colaboración se refleja incluso durante las propias tareas: uno dirige el ejercicio, otro aporta correcciones puntuales, un tercero se centra en detalles técnicos o actúa como sparring. La coordinación es constante, los tiempos son precisos y el trabajo en equipo se extiende más allá del campo, hasta el vestuario y la planificación diaria.
Cita del día: “Un buen equipo de entrenadores se complementa en sus debilidades y las compensa, pero también debe exigirse mutuamente.” – describe Danilo de Souza lo esencial de un buen equipo de entrenadores.
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