La pasión por el club crece en Italia
Unione di Ferro
Giovanni Sgobba, periodista y escritor italiano nacido en Bari en 1988, es uno de los seguidores italianos más fieles del Union Berlin. Su precioso libro y sus redes sociales sobre el club lo acreditan de sobra, pero su pasión va mucho más allá.
Todo comenzó en 2012, Giovanni vivía temporalmente en la capital alemana y quería ver algo de fútbol. Tuvo que elegir entre Hertha o Union pero varios textos sobre el Stadion An der Alten Försterei y el vínculo único entre hinchada y club le llevaron a Köpenick. Los Eisernen perdieron aquel día pero el marcador fue lo de menos,a Giovanni le atrapó el ver a los aficionados hablando con los jugadores al final, como una familia.
Desde entonces, aprendió alemán casi memorizando el himno de Nina Hagen y empezó a seguir cada paso del Union. En 2023, más de una década después de aquel primer partido, publicó en Italia el libro “E non dimenticare – Eisern Union!”, un homenaje sincero a la historia, el carácter y los valores del club.
“En Italia tenemos una gran cultura de admiración hacia el fútbol extranjero. Y creo que la historia del Union puede servir como ejemplo de identidad, pertenencia y comunidad, mucho más allá del resultado”, afirma.
La cercanía no es un slogan, es una realidad
En 2015 Giovanni escribió un correo a Christian Arbeit, speaker del club y responsable de comunicación. Arbeit le respondió en nombre del club agradeciéndole su interés. Ese gesto, dice Giovanni, “refleja la humildad y cercanía que define al Union”. Años más tarde, se conocieron en persona y el responsable de comunicación no solo lo animó a escribir el libro, sino que siempre estuvo disponible, incluso con el club ya en Bundesliga y con foco mediático internacional.
La pasión por el club sigue creciendo en Italia con la página de Giovanni como nexo de unión (y nunca mejor dicho). Allí, cientos de hinchas italianos siguen las noticias del club, comparten emociones de los partidos y cuentan cómo nació su conexión con Köpenick. Su objetivo a corto plazo es claro: fundar el primer grupo oficial de aficionados italianos del Union Berlin, reconocido por el club.
“Viaja a Köpenick es una experiencia que no se encuentra en ningún otro rincón del mundo”. Aunque el Union haya tocado el cielo deportivo en los últimos años viajando al Bernabéu o a Nápoles, Giovanni tiene claro que los resultados son secundarios. “Lo importante no son los trofeos, sino lo que representa el Union. La gente, el barrio, los valores. Por eso escribí el libro”.
Historias con denominación de origen "Italia"
Gracias a Giovanni también hemos podido conocer varias historias de seguidores italianos a los que el Union se les ha cruzado en el camino. Andrea y Walter, hijo y padre, celebraron la jubilación de este último con un partido en An der Alten Försterei. Su experiencia queda muy bien resumida en esta frase: "Fue como vivir dentro de un capítulo de Fiebre en las gradas de Nick Hornby". Otros llevan más tiempo disfrutando del Union, como Tobia. Su pasión por camisetas rojiblancas le hizo profundizar en clubes como el Athletic o el Union. Berlín le fascinaba desde siempre, su cultura underground, la vida al Este del muro… Su primer partido fue en Segunda División y desde entonces siempre intenta sacar un hueco para ir al estadio. ¿Su mejor recuerdo? El 1-4 al Hertha en el Olímpico. "El Union es lo más parecido al fútbol que veía con mi padre de pequeño. Espíritu, no negocio". Afirma.
"El estadio no te deja mirar pasivo: te absorbe. Los hinchas no observan, acompañan. Cuando el equipo sufre, la grada canta más fuerte". Fabio también tuvo un flechazo la primera vez que visitó An der Alten Försterei. "No fue solo fútbol. Fue una experiencia humana, colectiva, que te marca. Ya entiendo por qué tantos italianos acaban haciéndose del Union". Continúa.
Pero si hay una historia que ha trascendido a lo largo del tiempo esa es la de Davide y Claudio. En su primer viaje como mayores de edad eligieron Berlín. Se acercaron al estadio con una pancarta improvisada: "Italian Eisern. Acerra - Roma. Union Berlin. Est 2015". Un seguidor local les ayudó a entrar al estadio y quedaron fascinados. Una década después volvieron al estadio con más sabiduría pero con la misma pancarta en sus manos. Disfrutaron de un triunfo por 4-0 de las Chicas de Hierro al Nürnberg y cerraron el círculo: "No importa si es el masculino o el femenino. Somos del Union para siempre".