Inicios con espíritu rebelde

Los primeros clubes que dieron forma a aquella temporada pionera 1981/82 llevaban nombres que mezclaban el humor con el orgullo de pertenencia al barrio: VSG Wuhlheide 79, FC United Karlshorst, Alemannia Karlshorst, FC Antonius Schöneweide... El primer campeón fue el FC Karlshorst Süd. No había grandes estadios, ni árbitros profesionales, ni prensa. Pero sí había algo más importante: pasión, independencia y comunidad.

Y la fórmula funcionó. Tanto, que dos años más tarde ya hizo falta crear una Segunda División. Desde la temporada 2000/01, la familia creció aún más con la incorporación de una Tercera Categoría y más tarde incluso una Cuarta.

La ilusión de la Union-Pokal

No se quedaron ahí. Una liga siempre se disfruta más si va acompañada de su propio torneo del KO. Y así, en la temporada 1983/84, nació también el Union-Pokal: una copa entre equipos de fanclubs, disputada durante toda la temporada. El primer campeón fue la VSG Weinbergstraße, que venció 8:6 al FSV Karlshorst en una final inolvidable. Lo que empezó como un experimento, era cada vez más una actividad más importante en el día a día de la familia Unioner.

Más que fútbol

Hoy, la Union-Liga está más viva que nunca. El objetivo no es formar talentos ni siquiera subir de categoría. Busca otra cosa: fortalecer el vínculo entre fans, mantener la esencia del fútbol de barrio y demostrar que el Union Berlin no solo se anima desde la grada… también se vive desde el césped.