Durante una exigente semana de competición, en la que las Eisernen se habían enfrentado apenas tres días antes al histórico VfL Wolfsburg, el Union volvió a saltar al campo el viernes por la noche para medirse al vigente campeón, el Bayern München. El encuentro comenzó con ritmo alto y pronto llegaron las primeras emociones: en el minuto 8, Nadine Böhi intervino con acierto para frenar a Jovana Damnjanović, que se había plantado sola tras un pase filtrado entre líneas. Sin embargo, apenas un minuto después, la guardameta suiza no pudo evitar el 1-0: un centro desde la izquierda de Klara Bühl acabó en los pies de Linda Dallmann, que remató con precisión desde el punto de penalti.

El líder de la clasificación mostró, como ha hecho durante toda la temporada, una clara vocación ofensiva. En el minuto 17, Momoko Tanikawa probó fortuna con un disparo raso que Böhi logró desviar con una gran estirada. Pero dos minutos más tarde llegó el segundo golpe: Giulia Gwinn centró desde la banda derecha y Pernille Harder, libre de marca, cabeceó al fondo de la red para establecer el 2-0. Union intentó reaccionar enseguida, y en el 21 Dina Orschmann firmó el primer intento peligroso de las berlinesas, con un disparo lejano que obligó a intervenir a la portera muniquesa.

El Bayern se mostró implacable y tremendamente eficaz. En el minuto 25, Gwinn amplió la diferencia con el 3-0, aprovechando otro centro preciso de Bühl. A pesar del marcador, el Union no bajó los brazos. Las de Steffen Rau defendieron con orden y mantuvieron la concentración durante los últimos veinte minutos del primer tiempo, evitando nuevas ocasiones claras. Solo en el 39 volvió a lucirse Böhi, deteniendo con firmeza un potente remate de Tanikawa antes del descanso.

Inmediatamente después del cambio de lado, las anfitrionas sentenciaron definitivamente: un centro tenso de Giulia Gwinn fue desviado desafortunadamente por Tomke Schneider hacia su propia portería ante la atenta Harder (48.). 

Aunque el partido seguramente quedará en la memoria de las Unionerinnen como una dura derrota, también hubo momentos positivos: en el minuto 61, Nadine Böhi destacó nuevamente con una gran parada, cuando desvió un disparo de Katharina Naschenweng desde el ángulo. Poco después, Marina Georgieva celebró su debut con el 1. FC Union Berlin al ser sustituida, y poco más tarde, Nele Bauereisen también regresó al campo tras su lesión. 

En general, la segunda mitad transcurrió con pocas incidencias, ya que las Unionerinnen defendieron de manera concentrada y las bávaras apenas lograron crear peligro. En el minuto 84, finalmente, Lisa Heiseler tuvo una oportunidad peligrosa para las Eisernen tras una recuperación de balón de Anna Weiß, pero la guardameta Mala Grohs desvió su disparo. En el otro lado, Böhi volvió a hacer una gran parada contra Naschenweng, de modo que el resultado final se mantuvo en 0-4 (90.). 

"Fue como se esperaba: un juego muy exigente contra un oponente fuerte. En las últimas semanas tuvimos muchas jugadoras lesionadas y creo que el equipo lo ha resuelto de manera magnífica. Dimos lo mejor de nosotras e hicimos ver que a pesar de las situaciones difíciles mantenemos la unión y lo damos todo en el campo. Ese aprendizaje lo llevamos con nosotras a los próximos partidos“, miró Marina Georgieva en su primer encuentro con la camiseta del Union. 

Nadine Böhi comentó después de su debut con el Union : „Por supuesto, sabemos que el Bayern es un equipo muy fuerte y es difícil de enfrentar. Sin embargo, nosotras, especialmente en la segunda mitad, mantuvimos bien la situación. De eso seguramente podemos aprender mucho y construir sobre ello en el partido de copa.” 

„Hemos superado la semana inglesa, que fue muy desafiante para nosotras. Seguramente las distancias en la primera mitad hoy fueron demasiado grandes, la clase individual del Bayern es inmensa. Creo que, aun así, hemos trabajado bien juntas y pudimos luchar hasta el final“, explicó la entrenadora jefa Ailien Poese tras el partido.