La primera llegada del partido llegó antes de que se cumpliera el primer minuto: Michael Olise probó desde fuera del área, pero su disparo terminó en las manos de Frederik Rönnow. Después de ese aviso, el Bayern asumió el control y mantuvo la posesión durante largos tramos, aunque la mayoría de sus toques se dieron lejos de zonas peligrosas. El Union, valiente sin balón, presionó arriba al campeón de copas y forzó las primeras situaciones de riesgo. Una de esas acciones provocó un saque de banda que acabó en los pies del internacional Sub-21 Tom Rothe, cuyo remate de volea fue bloqueado (8’).

Poco después, Rani Khedira apretó a Joshua Kimmich, le robó la pelota y habilitó a Ilyas Ansah. El ’10’ del Union buscó el remate desde un ángulo muy cerrado, pero Manuel Neuer reaccionó bien y se quedó con el tiro. Pese al buen inicio, los berlineses no lograron traducir su energía en ocasiones claras y, en cambio, fue el Bayern quien golpeó primero: en el 12’, un córner botado por Kimmich terminó dentro tras rebotar de forma desafortunada en el muslo de Ansah. Aun así, el Union se mantuvo firme en los duelos, mientras que los visitantes seguían intentando abrir huecos en la zaga local.

La siguiente situación de peligro, sin embargo, volvió a ser del Union. Tras un saque de banda largo, Konrad Laimer despejó hacia la frontal y Aljoscha Kemlein conectó un remate seco de volea que salió rozando el larguero (22’). Solo dos minutos más tarde llegó otro golpe para los de Köpenick: Harry Kane cabeceó el 0–2 tras un córner (24’). Rothe llegó a tocar el balón casi sobre la línea, pero el rebote en la parte inferior del travesaño terminó por empujarlo dentro.

A unos diez minutos del descanso, Kane anotó lo que habría sido el 0–3, pero el VAR intervino desde la sala de Colonia: Jonathan Tah había cometido mano previa. El árbitro señaló penalti y Leopold Querfeld lo transformó con un disparo raso y potente ajustado al lado izquierdo para el 1–2 (40’). Sin embargo, la alegría duró poco. Justo antes del descanso, otro balón parado volvió a castigar al Union: esta vez fue Diogo Leite quien, en un intento de despeje, envió el balón a su propia portería para el 1–3 (45’+4). Con esa acción se llegó al entretiempo.

Tras el descanso, el partido tardó unos minutos en recuperar el ritmo debido a una interrupción prolongada por lesión. En el 53’, el público de la Alte Försterei vio cómo Kane golpeaba con el brazo en la cara a Leite dentro del área del Bayern. El árbitro señaló penalti. Una vez más, Leopold Querfeld asumió la responsabilidad, mantuvo la calma y volvió a batir a Neuer sin darle opción. El Union se metía de lleno en el partido: 2–3 (55’).

Siete minutos después, el Bayern tuvo una ocasión clara al contragolpe. La jugada terminó en los pies de Kane, que buscó con rosca la escuadra derecha, pero Rönnow respondió con una parada rapidísima para desviar el balón a córner. Y hablando de reacciones rápidas: en el 74’, Luis Díaz ya había superado al portero del Union, pero Leite corrió hacia atrás, se lanzó al suelo y despejó el balón justo antes de que cruzara la línea. En la acción posterior, Janik Haberer remató al poste, aunque la jugada quedaría anulada por un posible fuera de juego previo de Wooyeong Jeong (75’).

El duelo copero entró en una fase final vibrante, con ocasiones en ambos lados. A cinco minutos del final, Haberer centró al segundo palo, donde Querfeld ganó el salto y cabeceó rozando el poste. Sería la última gran ocasión del encuentro. El resto de intentos del Union se quedaron cortos o fueron bien resueltos por la defensa del Bayern. De este modo, el 2–3 se mantuvo hasta el pitido final y certificó la eliminación del Union en los octavos de final de la Copa alemana.

"Hicimos un buen partido, pero encajamos tres goles a balón parado. Eso no debería pasarnos, aunque la reacción del equipo fue muy buena. Al final estuvimos más cerca del empate que el Bayern de sentenciar, y eso es precisamente lo que debemos llevarnos para los próximos partidos", valoró Aljoscha Kemlein tras el pitido final.

"Es durísimo porque al final son ellos quienes avanzan. Lo dimos absolutamente todo y peleamos hasta el último segundo. Mi reconocimiento total para el equipo. En un par de acciones estuvimos a pocos centímetros de empatar y forzar la prórroga, pero así es el fútbol. Por eso nos vamos decepcionados", añadió después Leopold Querfeld.

"Lo que hicimos especialmente bien hoy fue mantener la claridad pese a los golpes y seguir creyendo en nosotros. Eso nos permitió volver a meternos en el partido una y otra vez. Fue una noche de Copa en la que ambos equipos lo entregaron todo para seguir adelante. Al final nos faltó dar ese último paso, lo cual hoy duele, por supuesto", resumió el entrenador Steffen Baumgart.