Siguiendo a River y Union
Identidad argentina en Berlín
La filial oficial de River Plate en Berlín nació en 2021 como refugio emocional y cultural para los hinchas del club millonario que viven en Alemania. Lo que empezó como una iniciativa entre amigos se ha convertido en una comunidad activa que se reúne para partidos, asados y encuentros que mantienen viva la pasión y las raíces a más de 11.000 kilómetros de Buenos Aires. Algunos de ellos como Nico también siguen muy de cerca al 1. FC Union Berlin.
En Köpenick el fútbol no es solo un juego: es comunidad e identidad. Por eso, cuando la historia de Union se cruza con otras pasiones del mundo, surgen conexiones que vale la pena contar. Este es el caso de la filial de River Plate en Berlín, un grupo de hinchas argentinos que encontraron en Berlín y algunos también en el Union algo muy parecido a lo que dejaron en casa.
La historia comienza en 2021, cuando un grupo de argentinos residentes en la capital alemana decidió reunirse para compartir su amor por River y, al mismo tiempo, mantener vivas sus raíces. Poco a poco, esas juntadas fueron tomando forma en encuentros regulares, partidos compartidos y proyectos colectivos que no paran de crecer.
Uno de los protagonistas de esta historia es Nico, que llegó a Berlín en 2022 buscando una nueva etapa junto a su esposa. “Lo que no esperaba”, recuerda, “era reencontrarme el mismo día de mi llegada con Ale, un amigo de la infancia al que había perdido la pista cuando se vino a estudiar a Alemania. Él me llevó a ver por primera vez al Union Berlin… y desde entonces no dejé de ir”.
Ese reencuentro fue también el inicio de una doble conexión: con Union Berlin y con la comunidad riverplatense. “La pasión de la gente, la entrega del equipo, el ambiente familiar del estadio, los valores que se respiran… todo eso me recordó a River”, explica Nico. Y aunque las trayectorias sean diferentes –uno es una institución centenaria del fútbol sudamericano; el otro, un club que ha escrito su historia con esfuerzo desde las gradas del An der Alten Försterei– hay un mismo hilo que los une: la forma de vivir el fútbol como algo colectivo, auténtico y resistente al negocio.
Un trocito de Argentina en Berlín
Hoy, la filial de River en Berlín es un espacio vivo. Nico, uno de sus impulsores, participa activamente organizando eventos, recibiendo a nuevos miembros y manteniendo el espíritu de la comunidad. Uno de los puntos de encuentro clave es el bar Tante Käthe, junto al Mauerpark, donde los partidos se viven con pasión y familiaridad. “Cuando el horario lo permite, lo anunciamos por WhatsApp e Instagram. Controlamos el aforo y lo organizamos con tiempo”, cuenta.
Pero hay más que fútbol. Los asados –auténtico ritual argentino– ocupan un lugar central en la vida del grupo. En colaboración con un club deportivo local donde también juegan partidos, organizan jornadas que van más allá del resultado de un encuentro: son momentos de reencuentro, conversación, sabores y afecto. “Nos dividimos tareas, calculamos cantidades, armamos todo. Es una forma de sentirnos en casa, aunque estemos lejos”.
De River a Union
Para algunos de estos hinchas, Union Berlin no es solo el club local, es el club que los recibió. Y ese recibimiento no pasó desapercibido. “Acá encontramos algo que en Argentina tenemos muy arraigado: el fútbol como comunidad. Como parte de una forma de vivir”, resume Nico.
En cada partido, en cada bandera... ya sea en el Monumental por televisión o en An der Alten Försterei se mezclan dos pasiones y una misma manera de entender el deporte. Porque aunque los colores sean distintos, lo esencial es compartido: una tribuna que se levanta por los suyos y un club que se siente como propio.
Y en ese encuentro entre Köpenick y Buenos Aires, entre Union y River, se construye algo más que una filial: se construye un puente. Y en Berlín, eso siempre ha tenido un significado especial.