André: de Carlos Mané a cantar ‘Wir sind Unioner’ en Braga

André siempre sintió un vínculo especial con Alemania. Lo cultivó desde el colegio, cuando eligió estudiar alemán como segundo idioma. Pero fue en 2019, tras fichar el Union a Carlos Mané —canterano del Sporting de Lisboa—, cuando decidió fijarse en ese modesto equipo rojiblanco del Este de la capital que estaba a punto de ascender a la Bundesliga.

"Quise seguir más de cerca a Mané, y eso me llevó a interesarme por el club. Pronto me di cuenta de que el Union tenía algo distinto", recuerda André. En 2022 dio un paso más: viajó a Berlín y vivió su primera previa en An der Alten Försterei. No tenía entrada, pero eso no le impidió empaparse del ambiente único del barrio.

Allí conoció a la familia Wiesner, aficionados de toda la vida que le enseñaron cómo se vive un partido en Köpenick. “Me sentí acogido como si fuera uno más. Pregunté por un vaso de cerveza del club y un hombre me regaló el suyo… ¡lleno!”. Aunque no vio el partido, sí capturó imágenes inolvidables como fotógrafo aficionado. “Entendí de verdad que esto no era solo fútbol. Era familia”.

Tras el viaje, decidió abrir una cuenta de X (Twitter) en portugués para hablar del club: @fcunion_PT. “Fue con una idea similar a la que tú tuviste en español”, explica refiriéndose al proyecto hispanoparlante que había nacido en redes sociales en 2019. “Y poco a poco estamos generando una comunidad. Incluso hay un par de periodistas portugueses que tienen ya contacto con Köpenick”.

Y entonces, en septiembre de 2023, llegó el sorteo de la Champions. El Union debía jugar en Braga, al norte de Portugal. Visitaban el mismo estadio por segunda temporada consecutiva y André supo que esta vez no podía faltar. “Cantar el Eisern Union con 1.900 hinchas del club iba a ser un sueño cumplido”, dice. El día de antes, habló con varios socios alemanes del club que le trataron como a uno más. “Me regalaron pegatinas, me abrazaron, me explicaron cánticos…”.

Al cruzar las puertas del estadio, ya sintió que algo se removía. “¿Quién corea con esa intensidad antes del saque inicial? La afición Unioner, sin duda. Y yo me uní”. Temía no recordar bien los cánticos en alemán, pero cuando empezaron a sonar, se dio cuenta de que los conocía casi todos. “Wir sind Unioner es mi favorita”. Cuando empezó a sonar el himno de la Champions, no pudo contener las lágrimas. Y cuando Robin Gosens marcó el gol del Union —irónicamente, el mismo jugador que había dejado fuera a Portugal en la Eurocopa 2021—, se rompió del todo: “Ese día fue un Fussballgott”.

El resultado final (Empate a uno) fue lo de menos. “Incluso si hubiéramos perdido, cantar 90 minutos con la afición del Union ya era una experiencia inolvidable. Después de ese día tengo claro que no soy Unioner de nacimiento… pero sí para el resto de mi vida”. Esa noche, tras una cena con otros fans del Union, volvió a casa apenas dormido: al día siguiente tenía exámenes. “Solo dormí dos horas. Pero el esfuerzo mereció la pena”.

João: narrar un partido y enamorarse en directo

La historia de João Vítor Correia es distinta, pero igual de intensa. Periodista deportivo, trabaja en radio y televisión. Hace unos años le tocó narrar un partido de Bundesliga desde el estudio: el 1. FC Union Berlin – 1. FC Köln.

Desde el inicio, algo le llamó la atención. No era el ritmo del juego, ni los nombres en el once inicial, ni siquiera el resultado. Fue el sonido ambiente. “Recuerdo que me mantuve callado durante la mayor parte del partido, porque estaba disfrutando del espectáculo que llegaba desde las gradas y me parecía hasta mal hablar por encima de él”.

Ese día ganó el Union 1-0, gol de Taiwo Awoniyi. Pero lo que realmente quedó grabado en João fue la energía del estadio. Tras el encuentro, lo dejó claro en redes: “El Union hoy ganó un fan”.

A partir de ahí, empezó a investigar. No habla alemán, pero se tradujo el himno de Nina Hagen. Lo escuchaba en el coche y hasta se compró una camiseta oficial del club. “Me la he puesto quizás tres veces por miedo a ensuciarla”. También leyó el libro de Kit Holden sobre el Union. “Una maravilla de la que no he leído el último capítulo porque habla del futuro, y eso quiero vivirlo yo mismo”.

João nunca ha pisado Berlín, pero ya se siente parte del club. “Me siento muy identificado con la ideología del Union. Es un club con valores, diferente”. Como no puede viajar durante la temporada por motivos laborales —suele narrar partidos todos los fines de semana—, ver al Union en Portugal era una oportunidad única.

Por eso en 2022 se subió a un coche y condujo ocho horas hasta Braga para ver al Union en la Europa League. “Por fin vi jugar al Union en directo, un club que ya consideraba mío”. Estuvo con lágrimas en los ojos, viendo a los aficionados concentrarse en la plaza central de la ciudad. La temporada de Champions repitió, pese a la lluvia. Las dos veces se sentó en la tribuna opuesta a la de los Unioner, simplemente para poder observarlos.

“No puedo explicar lo que sentía en la piel cada vez que oía un Eisern Union. Me giraba más hacia la grada que hacia el campo”. A pesar de haber narrado partidos en estadios tan míticos como Anfield, San Mamés o el Sánchez Pizjuán, ninguno le ha marcado como el Union. “No he sentido nunca lo mismo que viendo la antigua casa del guarda forestal. Espero de verdad poder visitarlo pronto”.

Y aunque Berlín sigue siendo un sueño pendiente, João ya tiene un objetivo claro: “Estoy trazando un plan para hacerlo realidad la próxima temporada”.

Epilogo: Unión de Hierro

Desde Portugal , las historias de Andé y Joao demuestran un club nacido en el Este de Berlín, con raíces obreras y alma comunitaria, es capaz de traspasar fronteras, idiomas y distancias.

Uno lo descubrió por un futbolista, otro por el sonido de una grada. Uno lo ha vivido en el estadio y otro aún lo sueña. Los dos coincidieron en el histórico duelo de Champions pero no llegaron a cruzarse. Pero ambos, desde Portugal, viven el Union como algo propio, porque los Eisernen se sienten a pesar de la distancia. En los dos casos, terminan su entrevista con la misma frase:

“No nací Unioner… pero lo seré para siempre”.

Eisern Union. União de Ferro.