Nacido en Rotterdam en junio de 1998, Danilho Raimundo Doekhi se formó en el Excelsior antes de dar el salto al Ajax. En la cantera del gigante de Ámsterdam no logró debutar con el primer equipo, pero acumuló experiencia en el Jong Ajax y perfiló su estilo: sobrio, atento, con buena salida de balón. En 2018, el Vitesse Arnhem apostó por él y no tardó en convertirse en titular indiscutible. Durante cuatro temporadas, no solo se ganó un lugar en la defensa, sino que acabó portando el brazalete de capitán. Más de 100 partidos, varios goles a balón parado y un liderazgo que llamó la atención fuera de Países Bajos.

En 2022, el Union Berlin se movió rápido. Había que reforzar la defensa tras la salida de Marvin Friedrich y el perfil de Doekhi encajaba a la perfección: joven, con experiencia, y con la mentalidad adecuada para el proyecto. “Danilho es un defensa inteligente, con buena salida de balón y experiencia a pesar de su edad. Estamos convencidos de que encajará en nuestra forma de jugar”, aseguró el director deportivo Oliver Ruhnert en el anuncio de su fichaje. Doekhi eligió Berlín y no se equivocó.

Un central dominador en defensa y en ataque

Su primera campaña en la Bundesliga fue una irrupción controlada. Empezó sin el cartel de titular indiscutible, pero se ganó el puesto desde el trabajo diario. En una defensa de tres centrales comandada por Robin Knoche, el neerlandés fue creciendo hasta convertirse en imprescindible.

Jugó 25 partidos de Bundesliga, marcó 5 goles, una cifra notable para un central, y fue clave en varios partidos. Para el recuerdo varios goles in extremis como uno contra el Borussia Mönchengladbach que mantuvo al Union en el liderarto una semana más. Su autoridad en los duelos directos y su solidez por alto dio serenidad al equipo en defensa y fue una peligrosa arma en ataque.

Aquella temporada fue histórica. El Union se clasificó por primera vez para la Champions League, y Doekhi fue uno de los protagonistas indiscutibles del logro. Urs Fischer, siempre comedido en elogios, lo definió con una frase breve pero reveladora: “Tiene una madurez impropia para su edad. Nunca se altera”.

La segunda temporada fue radicalmente distinta. El Union, tras su meteórico ascenso deportivo, vivió meses de turbulencia. En medio de ese escenario, Doekhi sufrió una lesión que lo mantuvo fuera de los terrenos durante semanas clave. Su ausencia se notó en una defensa que le echaba en falta. Pero cuando regresó en el tramo decisivo del curso volvió a ser ese jugador fiable que sostiene desde atrás. Disputó 17 partidos de Bundesliga y, aunque sus cifras goleadoras bajaron, su impacto fue enorme en momentos clave. “Defender al Union es un orgullo. Sufrimos esta temporada, pero nunca dejamos de creer”, dijo tras conseguir la permanencia.

Esta última temporada ha sido un indiscutible tanto para Svensson como para Baumgart disputando todos los minutos de la competición liguera. Junto a Diogo Leite y Querfeld han formado una de las mejores defensas de la Liga, que ha sido capaz de sostener al equipo desde atrás para lograr la permanencia.

Un futuro en Köpenick

Danilho Doekhi representa un tipo de jugador que el Union ha sabido encontrar y potenciar: poco mediático pero absolutamente eficaz. Mide 1,90 m, tiene un juego aéreo poderoso y una lectura táctica envidiable. No necesita recurrir a entradas agresivas ni a exhibiciones físicas. Le basta con colocarse bien, saber cuándo anticipar y no complicarse en la salida.

No es casual que en estos tres años se haya ganado el respeto del vestuario, del cuerpo técnico y de la grada. Doekhi está entrando en la plenitud de su carrera y la última prolongación de su contrato demuestra que puede tener un futuro prometedor en Köpenick para convertirse en una leyenda del club. El Union ha construido su identidad reciente sobre cimientos muy concretos: trabajo colectivo, humildad, compromiso y crecimiento constante. En esa galería, junto a nombres como Trimmel o Rani Khedira, Doekhi se está ganando su espacio.