Los aficionados del Eintracht celebraron antes del inicio de partido los 100 años del Waldstadion. Tras una breve interrupción para retirar del césped los restos de papel de la coreografía, llegó la primera ocasión local: un lanzamiento de falta de Farès Chaïbi que obligó a Frederik Rönnow a intervenir con seguridad (4’). Poco después, el meta del Union volvió a ser protagonista con una gran parada a disparo de Nathaniel Brown desde la izquierda, evitando así el tanto inicial (5’).

El que sí acertó fue el Union. La presión alta de los berlineses provocó un error en la zaga de Frankfurt y el balón quedó suelto para Ilyas Ansah. El joven atacante no se lo pensó: disparó desde unos 20 metros y colocó el balón en la escuadra, imposible para el portero Kauã Santos (9’). El Eintracht reaccionó con largas fases de posesión y paciencia en campo contrario, pero incluso en el intento de Can Uzun desde la frontal volvió a aparecer Rönnow con una buena intervención (20’). En ese tramo, los nuestros se mostraron muy atentos en defensa y apenas concedieron ocasiones claras.

El esfuerzo atrás tuvo premio en el 32’. Tras recuperar la posesión, Andrej Ilić protegió bien la pelota y la cedió a Oliver Burke. El delantero aprovechó los espacios ante la defensa adelantada, encaró portería y definió con calma para firmar el 0-2.

Ya en el añadido de la primera parte, el Eintracht encontró el camino al gol. Brown rompió por la izquierda y asistió a Elye Wahi, cuyo disparo desviado por Can Uzun terminó en la red para el 1-2 (45’+4). Con esa mínima ventaja para los Eisernen se llegó al descanso.

Tras el descanso, el Union no tardó en volver a golpear. Nnamdi Collins perdió el balón ante Ilyas Ansah, que además se impuso con fuerza sobre Hugo Larsson. Con gran visión de juego, cedió el esférico a Andrej Ilić, cuyo centro al segundo palo encontró a Oliver Burke. El escocés se elevó con potencia y cabeceó el 1-3 (53’).

Apenas tres minutos después, Burke volvió a marcar. Otra vez Ilić recuperó y lanzó el contraataque, sirviendo un pase perfecto para que su compañero, con frialdad, picara el balón sobre Kauã Santos y firmara su tercer tanto de la tarde. Para Ilić ya era la cuarta asistencia del encuentro.

Con el 1-4, el choque entró en una fase más tranquila. El Eintracht dispuso de alguna ocasión aislada, pero Uzun y Larsson no pudieron superar a Leopold Querfeld ni a un inspirado Frederik Rönnow (60’–62’). Los locales intentaron cambiar la dinámica con varios relevos ofensivos (72’), aunque el Union se mantuvo sólido en defensa y no concedió ocasiones claras.

Aun así, los hessianos no se rindieron. En el 80’, tras un centro de Ritsu Doan que Tim Skarke despejó a medias, Uzun apareció en el área para empujar el balón con la derecha y poner el 2-4. La recta final fue de máxima tensión: primero reclamaron penalti por una caída de Jonathan Burkardt ante Querfeld, y tras la revisión del VAR el árbitro Sven Jablonski señaló la pena máxima. Burkardt no falló y recortó distancias con el 3-4 (87’).

Con el estadio volcado, el Eintracht lo intentó todo en los más de diez minutos de añadido. Sin embargo, el Union resistió con orden, garra y concentración hasta el pitido final, asegurando una valiosa victoria por 3-4 a domicilio.

“Después de la semana pasada queríamos poder devolver algo a los aficionados y hoy aquí en Frankfurt lo hemos logrado después de un gran partido. Desde el principio entramos bien en el encuentro, fuimos agresivos en los duelos y no le dimos a las Águilas ninguna oportunidad de desarrollar su juego”, resumió Ilyas Ansah después del pitido final.

„Fue un duelo muy intenso. Tuvimos que mantenernos concentrados cada segundo y nos empujamos como equipo hasta nuestro máximo. Cada jugador aporta diferentes fortalezas al equipo y hoy hemos llevado lo mejor de cada uno al campo. Estábamos muy motivados, y estoy contento de que pudimos celebrar la victoria ahora con los aficionados“, agregó el goleador Oliver Burke.

„Nuestro plan de partido completo funcionó hoy. Sabíamos que el Frankfurt es especialmente dominante en posesión del balón, pero que tendríamos oportunidades en situaciones de contraataque. Ahí necesitábamos calma para aprovechar esas posibilidades, y eso lo demostró especialmente Oliver en varias ocasiones hoy. En general, una muy buena actuación, aunque después del penalti todos tuvimos que aguantar un poco. La tarjeta roja la asumo yo y, lamentablemente, tendré que mirar desde la grada la próxima semana“, dijo el entrenador jefe Steffen Baumgart después del duelo.