Los primeros minutos transcurrieron sin sobresaltos, con el juego concentrado sobre todo en el centro del campo. El Union se acercó en un par de ocasiones al área rival, pero sin generar verdadero peligro. Entonces llegó el primer estallido de la afición local: en el minuto 10, Mohamed Amoura inició una jugada por la izquierda y, llegando al borde del área, cedió el balón a Patrick Wimmer. El austríaco aceleró, entró en el área y, desde unos 14 metros, colocó un disparo raso al palo izquierdo para firmar el 1-0.

Tras encajar el gol, los berlineses intentaron con paciencia encontrar espacios en la defensa de los Wölfe. András Schäfer ganó un duelo aéreo en la medular y lanzó a Ilyas Ansah en profundidad, pero Saël Kumbedi tiró de su camiseta y la acción terminó en falta a favor del Union (22’). Minutos después, Ansah volvió a recibir cerca de la frontal, regateó a un rival y probó suerte, aunque su disparo salió desviado por poco.

El siguiente golpe, sin embargo, volvió a ser de los locales. Esta vez la acción nació por la banda derecha, donde Kumbedi logró progresar y asistió a Amoura, que llegaba en carrera. El argelino no se lo pensó: conectó un potente disparo a la escuadra derecha y, con el segundo tiro del Wolfsburg en el partido, llegó el segundo gol (30’).

A partir de ahí, el tramo final de la primera parte fue del Union, que buscó con insistencia un gol que los metiera de nuevo en el encuentro. En el 39’, Derrick Köhn colgó un centro desde 25 metros que, sin encontrar rematador, se envenenó camino de la portería. Kamil Grabara reaccionó a tiempo y desvió la pelota, que cayó de nuevo en posesión de Christopher Trimmel. El capitán la volvió a mandar al área y encontró a Leopold Querfeld, cuyo cabezazo terminó estrellándose en el larguero. Poco antes del descanso, Janik Haberer conectó otro remate de cabeza peligroso, pero el portero del Wolfsburg volvió a aparecer. Con el 2-0, los jugadores se marcharon a los vestuarios.

Tras el descanso, el partido quedó marcado por varias interrupciones por pequeños golpes, fruto de la mayor intensidad en los duelos. El entrenador del Union, Steffen Baumgart, reaccionó al marcador adverso y dio entrada a Oliver Burke y Andrej Ilić para ganar presencia ofensiva en el último tercio (57’).

Poco después, sin embargo, volvió a golpear el Wolfsburg. Stanley Nsoki resbaló en el centro del campo por el mal estado del césped, lo que permitió a Christian Eriksen recuperar la pelota. El danés recorrió medio campo en carrera y filtró un pase para Lovro Majer, que definió desde muy cerca para poner el 0-3 (59’).

Aun así, el Union no bajó los brazos y siguió lanzado hacia la portería rival. Tras un córner desde la izquierda, el área del Wolfsburg se convirtió en un embudo. El balón terminó en los pies de Nsoki, que remató desde unos 15 metros escorado a la izquierda. Su disparo golpeó en Koulierakis, que desvió la trayectoria hacia el rincón derecho e hizo imposible la estirada del portero: 1-3 en el minuto 68.

Después del gol, el conjunto berlinés llevó todo el peso del ataque, aunque en el último pase faltó precisión. Además, el Wolfsburg se defendió con oficio y fue cerrando cada vez más los caminos hacia su área. En los minutos finales, Koulierakis pecó de exceso de ímpetu y terminó tirando de la camiseta a Ilić hasta subírsela por encima de la cabeza. El árbitro Schröder señaló penalti sin dudarlo, pero Querfeld se encontró con Grabara, que detuvo su lanzamiento (90+2’).

Pese a los 14 minutos añadidos, no hubo más ocasiones claras y el colegiado puso fin al encuentro con la derrota por 3-1 de un Union combativo.

«Hoy hemos cometido demasiados errores y el Wolfsburgo los ha aprovechado sin dudar», resumió el capitán Christopher Trimmel tras el partido. «Aun así, sobre todo en la segunda parte, tuvimos buenas opciones para volver a meternos en el encuentro. Ahora nos toca seguir trabajando, aunque duela encajar tres derrotas en una semana. Pero si seguimos creyendo en nosotros, volverán las victorias».

Por su parte, Frederik Rönnow añadió: «Justo después del pitido final la sensación es amarga, está claro. Sabemos que hemos concedido los tres goles con demasiada facilidad y que debemos defender mejor esas situaciones. Por lo demás, el equipo mostró carácter: pese al marcador en contra, seguimos presionando y pudimos haber hecho el partido más ajustado. Esa parte positiva es la que debemos mantener».