Todavía había aficionados buscando su asiento cuando el marcador ya mostraba el 0-1. Apenas medio minuto de juego había transcurrido cuando el capitán del Union, Tim Skarke, robó un balón en campo contrario y asistió a Marin Ljubičić. El delantero encaró con calma al portero y definió con precisión para abrir el partido de la manera más fulgurante posible.

El tanto temprano no desanimó al VSG, que poco a poco empezó a soltarse. A los diez minutos, Jonas Saliger se animó con un disparo desde la frontal tras una rápida transición, pero la pelota se estrelló en el poste. El equipo local ganó confianza y generó más peligro: primero fue Tim Rieder, que se topó con el guardameta Matheo Raab en un remate raso, y poco después Sydney Mohamed Sylla, quien mandó el balón a la parte exterior de la red desde corta distancia (23’).

La insistencia tuvo premio. En el minuto 35, un envío desde la medular encontró a Jonas Nietfeld, que se adelantó a la defensa y, con un cabezazo impecable al segundo palo, firmó el empate. El Union respondió en el tramo final de la primera parte en busca de recuperar la ventaja. Wooyeong Jeong probó fortuna con un potente disparo lejano que salió rozando el larguero (38’). Sin más novedades, el descanso llegó con el duelo equilibrado en 1-1.

Tras el descanso, ambos equipos se midieron con cautela, sin asumir demasiados riesgos en los primeros compases. La primera llegada con verdadero peligro fue para el VSG: en un saque de esquina, el recién ingresado Damian Roßbach, ex del Hansa Rostock, ganó en el salto, pero su cabezazo se marchó por encima del arco defendido por los berlineses (52’).

Las múltiples sustituciones en uno y otro bando cortaron el ritmo del juego y redujeron las ocasiones claras. Aun así, el duelo tuvo un momento de emoción cuando Paul-Vincent Manske irrumpió por la banda derecha y puso un centro preciso hacia su hermano Johannes, cuyo remate fue bien resuelto por el guardameta del Union, Carl Klaus (66’).

El tramo final fue más animado. Con un cuarto de hora por jugarse, Wooyeong Jeong ejecutó una falta desde la izquierda con gran colocación, buscando la escuadra lejana. Luis Zwick, portero del VSG, reaccionó a tiempo y desvió con una gran intervención por encima del travesaño (73’). Cinco minutos más tarde, Oliver Burke dispuso de la mejor oportunidad de toda la segunda parte: quedó solo ante Zwick tras un pase en profundidad, pero no pudo superarlo. En la continuación de la jugada, Marin Ljubičić probó con un disparo lejano que se marchó rozando el poste (78’).

Ninguno de los dos conjuntos, ni los de rojo ni los de azul, consiguió encontrar la manera de romper la igualdad en el marcador. Así, el árbitro señaló el final en la noche de miércoles con el empate definitivo a uno.

“Lo más importante fue jugar 90 minutos. Como equipo hemos tenido un buen rendimiento, aunque muchos chicos de la A-Jugend estaban presentes. Después del rápido liderazgo, seguramente nos lo imaginamos de otra manera, pero Altglienicke ha demostrado que pueden jugar al fútbol”, así fue el resumen de Tim Skarke tras el pitido final.

“Creo que no podemos estar completamente satisfechos. Partidos como este se deciden en la mente, por lo que es una cuestión de cómo se aborda. En la interacción con los chicos de la cantera, se notó que los mecanismos, lógicamente, no están del todo bien ensayados. Sin embargo, dejamos todo en el campo”, añadió Matheo Raab después.

“Hoy había muchos chicos que no habían jugado más de 90 minutos desde hace tiempo. Además, muchos jugadores del equipo juvenil. Para mí, lo importante fue que, especialmente en la segunda mitad, lo hicieron bien, después de todo se enfrentaron a un muy buen equipo de la Regionalliga”, es el análisis del entrenador principal Steffen Baumgart después del duelo.